En los últimos años, la sostenibilidad ha dejado de ser una tendencia opcional para convertirse en un requisito fundamental para las empresas. En Chile, donde las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan más del 98% del tejido empresarial, integrar prácticas sostenibles no solo es una cuestión de responsabilidad social, sino una estrategia clave para diferenciarse y mantenerse competitivas en el mercado.
